En lo alto de las montañas de Bolivia, una escuela ha logrado grandes cambios en materia de agua, higiene y saneamiento.
"Antes, en la escuela no teníamos letrinas conectadas al agua", dice Edmundo Chura, quien enseña en la escuela desde hace 15 años. "Ahora, el agua es de mejor calidad y los baños están conectados al sistema de alcantarillado".
La escuela está ubicada en el distrito de Tiraque, en una región rural y montañosa de Bolivia. Hay más de 800 estudiantes en la escuela y ahora todos tienen acceso a agua y saneamiento.
Edmundo ha vivido en esta comunidad por más de 15 años y sabe que crear un cambio a largo plazo tiene que comenzar con los niños.

"Tenemos la esperanza de que si podemos cambiar el comportamiento de los niños en torno al agua y el saneamiento, ellos cambiarán a sus familias y luego cambiará toda la comunidad", explica Edmundo.
Además de la falta anterior de servicios de agua potable y saneamiento, los profesores también estaban preocupados por la mala higiene de los estudiantes.
"Cuando empecé a dar clases aquí hace dos años, me di cuenta de que los estudiantes no se cuidaban la higiene", dice Jhenny Balderrama Rodríguez, otra profesora de la escuela. "Muchos sólo se duchaban una vez a la semana y no se cepillaban los dientes. ¡Estaban sucios todo el tiempo!"

Con el apoyo de Water For People y socios locales, la escuela comenzó a implementar educación sobre higiene. Una vez por semana, los estudiantes comenzaron a ver videos sobre temas como el lavado de manos, el cepillado de dientes, el cuidado del medio ambiente y el uso seguro del agua. Jhenny dijo que la higiene de los estudiantes ha mejorado considerablemente.
Los estudiantes de la escuela están entusiasmados con los cambios que están ocurriendo.
“¡Ya hay baños en la escuela!”, dice Gisela, de 14 años. “También han colocado carteles que recomiendan el cuidado del agua y en el baño de las niñas hay recursos para enseñarnos a utilizar los productos de higiene menstrual”.

Julie dice que las niñas de la escuela han comenzado a sentirse mucho más cómodas con la menstruación y sus compañeros de clase comparten su opinión.
"Las niñas vienen a la escuela cuando tienen la regla", dice Julie, de 13 años. "Se sienten más cómodas cuando tienen la regla, porque los profesores han hablado con nosotras y nos han dicho que es algo natural y que no tenemos por qué sentirnos avergonzadas por ello".
Poco a poco, profesores como Jhenny y Edmundo están empoderando a los estudiantes de Tiraque. Estos estudiantes –Gisela y Julie y cientos de otros– ya están cambiando el futuro del agua, el saneamiento y la higiene para sus familias y comunidades.
