Honduras
Población: 9,27 millones1
Acceso rural a servicios básicos de agua: 70%2
Acceso rural a servicios básicos de saneamiento: 76%3
Todos para siempre
distritos: 3
Agua para la gente en Honduras
Honduras es un país centroamericano compuesto por montañas y llanuras costeras. Más del 60% de la población del país vive con menos de 1,20 litros de agua al día y, en las zonas rurales donde trabaja Water For People, una de cada cinco personas vive con menos de 1,90 litros de agua al día.
Water For People comenzó a trabajar en Honduras en 1997, y en 2007 limitamos nuestro enfoque para priorizar tres distritos.
Ayudando a los hondureños a traer Agua, saneamiento e higiene A sus comunidades
AGUA
Water For People construye sistemas de abastecimiento de agua en tres distritos de Honduras y lleva a cabo capacitaciones sobre temas como la recaudación de tarifas, la calidad y el tratamiento del agua, la protección de las cuencas hidrográficas y el mantenimiento y el monitoreo de los sistemas. Durante los últimos años, hemos trabajado con el Banco Interamericano de Desarrollo para desarrollar soluciones para las familias que viven en zonas especialmente rurales y dispersas de estos distritos. Para garantizar la sostenibilidad de los servicios de agua, Water For People apoya a las oficinas distritales de agua y saneamiento y a los comités comunitarios de agua, que son responsables de gestionar y operar los sistemas de agua.
SANEAMIENTO
Para que las familias inviertan en mejores baños, es necesario que haya materiales y financiación disponibles. Water For People garantiza que productos como los inodoros estén disponibles localmente para las familias que están mejorando sus baños. También apoyamos a las instituciones de microfinanzas locales que ofrecen préstamos para mejorar el saneamiento y capacitamos a los albañiles para construir baños.
ESCUELAS E HIGIENE
Para garantizar que los servicios de agua y saneamiento sean sostenibles en las escuelas, trabajamos con ellas como parte de la comunidad en general. Los líderes locales ayudan a invertir en estaciones de lavado de manos y nuevos sanitarios en las escuelas, y la educación comunitaria garantiza que los hábitos de higiene aprendidos en la escuela se refuercen en el hogar.