Pablo Terceros Vargas está impulsando una revolución sanitaria en su comunidad rural de Bolivia.
Pablo ha vivido en el distrito de Tiraque, Bolivia, toda su vida. Durante los primeros 32 años de su vida, no tuvo baño.
Según el seguimiento de Water For People, casi la mitad de los 33.470 habitantes del distrito no tienen instalaciones sanitarias en sus hogares, incluidas la mayoría de las familias de su localidad, K?aspi Cancha.
“Incluso de noche, con viento o con lluvia, teníamos que salir a la calle”, explica Pablo.
Cuando el gobierno del distrito y Water For People estaban construyendo el nuevo sistema de agua de K?aspi Cancha, Pablo asistió a un taller sobre la importancia de la higiene y el saneamiento.
"En los talleres nos hablaron de las enfermedades transmitidas por el agua y de la contaminación de los suministros de agua", dice Pablo. "Nos dijeron: 'Si vamos a tener agua, debemos construir nuestros baños y tener duchas, inodoros y lavabos'".
Pablo abandonó los talleres con la idea de mejorar la vida de su familia. Quería que sus hijos tuvieran lo que él nunca tuvo de niño: un baño decente. Pablo se puso manos a la obra inmediatamente.
"No soy albañil, pero el baño lo construí yo mismo", dice Pablo. "Ahora podemos ducharnos con agua caliente antes de dormir y cuidar nuestra higiene. Ahora mi casa está terminada y parece que vivimos en la ciudad".
Pablo dijo que sus hijos no lo podían creer. Dijo que no paraban de preguntar: "¿De verdad vamos a tener un baño, papá?"
El nuevo baño cambió la vida de Pablo de manera tan radical que se encargó de promover el saneamiento entre las 54 familias del pueblo. Actualmente hay otras siete familias que ya están construyendo baños y Pablo está feliz de poder ayudarlas.
"Hay un señor mayor que necesitaba un baño, pero no podía construirlo", comparte Pablo. "Tenía dolores en las rodillas y un inodoro sería mucho más cómodo que defecar al aire libre. Le dije que comprara los materiales y que yo lo ayudaría a construir el baño después de que terminara de plantar mis cultivos".
Pablo hará todo lo posible para animar a sus amigos y vecinos a construir baños. Dice que su vida ha mejorado mucho desde que construyó el de su familia y quiere que todos en Káspi Cancha tengan lo mismo.
“Ahora a mi vida no le falta nada”, dice Pablo.