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Una gota de oportunidad

Cuando se casó hace diez años, Alphonsine se mudó de su pueblo natal en el este de Ruanda a su nuevo hogar en la aldea de Rurembo, en Gicumbi, un distrito del norte. A pesar de lo feliz que estaba de haberse casado con el amor de su vida, Alphonsine sabía que se enfrentaría a un gran desafío: el acceso al agua.

Si bien el pueblo donde creció tenía agua corriente, su nueva comunidad en Gicumbi no la tenía. Por eso, todas las mañanas, Alphonsine se levantaba temprano para ir a buscar agua a un manantial desprotegido. Una vez allí, las colas eran largas y, a veces, tenía que esperar una hora para que le llegara su turno para llenar sus bidones.

"Era un viaje de dos horas, ida y vuelta", recuerda. "El agua no estaba limpia, pero era la única opción que teníamos. Ir a buscar agua todos los días significaba perder un tiempo precioso que deberíamos haber dedicado a otras actividades".

"A mí me costó mucho acostumbrarme a esta nueva normalidad. Me costó mucho adaptarme. A veces me dolían tanto las piernas o incluso se me hinchaban de tanto caminar cuesta abajo para buscar agua que no podía trabajar durante días", cuenta esta mujer de 35 años y madre de dos hijos.

Alphonsine y su familia, que necesitaban una alternativa, tuvieron que pagar a otros para que les trajeran agua, pero eso tampoco era sostenible. Ahora, el agua le costaba a su familia más de dos dólares al día, ¡casi un tercio del salario diario!

Debido a la falta de agua, Alphonsine dice que su pequeño negocio de venta de té tuvo dificultades para obtener ganancias.

"En lugar de utilizar mis pequeños ingresos para invertir más y hacer crecer mi negocio, los usaba para pagar el agua", recuerda.

Pero todo eso cambió hace un año, cuando su comunidad recibió agua potable. Gracias a una alianza entre el gobierno de Ruanda, los líderes locales y Water For People, Alphonsine ahora tiene acceso a agua potable a través de un sistema de suministro de agua potable, con un grifo público construido justo afuera de su casa.

"El precio del agua se ha reducido diez veces, y eso significa que estoy ganando más dinero", dice con una sonrisa. "Lo más importante es que estamos usando agua limpia, lo que significa que estamos a salvo de enfermedades. También dedicamos más tiempo a actividades que mejoran nuestras vidas en lugar de perderlo buscando agua. Mucho ha cambiado realmente", añade.

Alphonsine dice que, de ganar menos de siete dólares en un buen día, ha aumentado las ganancias de su negocio de té a casi diez dólares en un día cualquiera. Se trata de un aumento de 42% gracias al acceso de su familia a agua potable cerca de su casa.

“La vida ha cambiado para nosotros y deseo que quienes no tienen agua potable también puedan tenerla”, afirma. “Eso es lo que espero todos los días porque me he dado cuenta de que el agua cambia muchas cosas y trae consigo muchas oportunidades”.

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