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Guardianes del Agua: Las comunidades en Trujillo que 'siembran' y 'cosechan' este recurso natural para sobrevivir

Guardianes del Agua: Las comunidades en Trujillo que 'siembran' y 'cosechan' este recurso natural para sobrevivir


Por flor ruiz | 30 de junio de 2022
Opublicado originalmente en español en el comercio


Con una metodología que se aplica en países de África, Centroamérica y algunos países de Sudamérica, las comunidades de Cascas, a tres horas de Trujillo, disfrutan, aprovechan, reciclan y cuidan un bien que siempre se les ha escapado: agua. Así comenzó su sueño, hace una década.


Alumnos de la escuela del caserío Palmira conservan sus macetas y huerta. En épocas de poco caudal de agua, también salen con sus padres a buscar manantiales que suministren el servicio a su comunidad. (Foto: Flor Ruíz)

“Si no hay luz, la luz la obtenemos de otros elementos, pero si nos falta el agua, no podemos vivir. Es vital que la salvemos, la cuidemos. ¿Qué ha cambiado en ti respecto al cuidado y conservación del agua? " pregunta la maestra Rosa Chunque.

“Cuando llegamos al salón de clases, nos lavamos las manos; mientras nos enjabonamos, cerramos el grifo. Luego lo volvemos a abrir para enjuagarnos las manos. Somos conscientes de que el agua es vital para nosotros, sabemos que al reutilizarla la utilizamos para las plantas de nuestra huerta, ahora cuidamos el agua de nuestras casas, pronto tendremos medidores, pero ya sabemos medirla”, responde José Antonio, estudiante de décimo grado de la Escuela Palmira, en el caserío La Palmira, distrito de Cascas, que se encuentra en la provincia de Gran Chimú, en la zona norte de la cordillera de los Andes de La Libertad.


Desde hace doce años, la organización internacional sin fines de lucro Water for People (WFP) trabaja en esta área con la población, y ha estado brindando capacitación sobre gestión del agua, saneamiento y enfoque ambiental en 65 escuelas en todos los caseríos y aldeas. Hace poco más de una década, la infraestructura y los sistemas de agua potable en Cascas eran espantosos. Los pocos embalses que existían estaban obsoletos y en malas condiciones.

La calidad del agua era mala: se conducía a través de tuberías, las fuentes estaban expuestas. La población tenía problemas diarreicos y la gente no sabía cómo organizarse para encontrar una solución. Este ha sido un trabajo realizado a lo largo del tiempo. Se implementaron las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento (JASS ? comités locales de agua y saneamiento), cuyas funciones incluyen el control de la cloración y el cobro de consumos, entre otros servicios. El PMA les da seguimiento y les brinda asistencia técnica, así como apoyo casa por casa, y ellas (las JASS) informan sobre la calidad del agua, el uso de cloro, la ebullición del agua, el lavado de manos y el manejo de aguas residuales y residuos sólidos. Ahora hay 38 JASS en Cascas, y casi todos los centros de población rural han logrado proveer agua potable de calidad.


En su terreno del caserío El Chorrillo, Ricardo Muñoz muestra el crecimiento de un aliso (especie arbórea autóctona de la zona), producto de la siembra y cosecha de agua. (Foto: Flor Ruíz)

Rodeada de sus gallinas alborotadas y su noble y tranquilo perro pastor, Doña Lorenza Matute, de 73 años, nos muestra su baño, inaugurado hace dos meses con recursos propios y bajo la gestión de JASS y WFP.

“Es la primera vez que tengo un retrete, un baño con lavabo adentro. Hace cuatro años se puso agua potable, y ahora nos sentimos más seguros, vivimos mejor. Ya no me limito a usar el agua como antes: Me gusta tener agua porque puedo cocinar mi trigo".

En el caserío cercano de El Chorrillo, se ha implementado la siembra y cosecha de agua para preservar las fuentes de agua. Es una práctica de conservación y reforestación que busca captar la mayor cantidad de agua cuando llueve para infiltrarla en el suelo. De esta forma, en época de lluvias, el agua no se escurre y no se pierde. Además, se reforestan especies y árboles autóctonos.

A las familias que conservan sus fuentes se les ayuda a sembrar aguacates y talla, un árbol maderable que se utiliza en la agroindustria para tinturas y aceites. Esto les permite generar ingresos, pero el propósito es, sobre todo, cuidar el medio ambiente. Actualmente, se necesitan fondos económicos para implementar mejores servicios en las escuelas, ahora que los estudiantes han regresado a las clases presenciales.


Miembros de JASS en el sistema de agua potable de su vereda, Puente Ochape. Cascas cuenta con 45 sistemas de agua potable, 17 de los cuales han sido construidos por el PMA, en convenio de cofinanciamiento con el municipio. (Foto: Flor Ruíz)

La escuela 82026, en la aldea de Chapolan, es una escuela de un salón de clases y un maestro. Robert Merino enseña a ocho niños de diferentes edades al mismo tiempo. En la entrada, Joseph Julca, de 12 años, levanta al pequeño Diego para que se lave las manos en el fregadero recién construido. Nos fijamos en el baño: un espacio muy pequeño con dos sanitarios obsoletos, en mal estado, y el techo cubierto con una precaria chapa de hierro corrugado.

“Estos son los sanitarios que encontré hace cinco años, cuando llegué aquí por primera vez. No se pueden mejorar porque no tienen biodigestor, no se pueden usar. Se necesita más infraestructura para mejorarlos”, dice el maestro.

Se ha avanzado, pero aún queda mucho por hacer. Estos ?guardianes? de agua ? las escuelas, el gobierno local, la comunidad organizada? saben lo que significa esperar a que un recurso como este esté disponible para ellos. Ahora, también saben administrar este recurso, para no tener que esperar otros doce años.



Publicado en español en El Comercio, el principal diario de Perú y uno de los periódicos en español más antiguos del mundo. Traducido al inglés por Water For People.

Guardianes del agua: las comunidades en Trujillo que 'siembran' y 'cosechan' este recurso natural para sobrevivir

Con una metodología que se aplica en países de África, Centroamérica y algunos de Sudamérica, las comunidades de Cascas, a tres horas de Trujillo, disfrutan, aprovechan, reciclan y cuidan un bien que les fue siempre esquivo: el agua. Así empezó su sueño, hace una década.


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