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Hay algo
Un cambio de vida en el agua

Saturnino Días tiene 50 años, pero afirma tener más energía que hombres de la mitad de su edad. Agricultor, ha trabajado la tierra desde los cinco años. Él y la tierra hondureña tienen una estrecha relación. La tierra depende de él para cultivar su capacidad, y él depende de la tierra para obtener la cosecha que necesita para vivir.

Saturnino vive en el distrito de El Negrito, en la zona rural de Honduras, en una pequeña aldea llamada Sinaí. Se mudó de un distrito cercano pensando que habría más oportunidades en El Negrito. Al llegar con solo la ropa que llevaba puesta y una pequeña mochila, pronto se dio cuenta de que su nuevo hogar enfrentaba un gran desafío inesperado: la falta de agua potable.

Encontrar agua para bañarse o lavar la ropa se convirtió en una carga diaria. En su antigua casa, tenía un pozo al lado de su casa. En su nuevo hogar, tenía que encontrar una fuente de agua en la montaña o caminar hasta el río para realizar estas tareas tan básicas. Pero Saturnino estaba decidido a hacer que su vida funcionara en este nuevo distrito.

Tras ahorrar sus ganancias durante varios años, Saturnino pudo comprar su propia tierra. Podía permitirse su parcela solo porque era una zona difícil para la agricultura, ubicada en una ladera empinada. Sin embargo, eso no lo desanimó. Sabía cómo aprovechar cualquier terreno para producir cosechas. En esa ladera, cultivaba frijoles y maíz.

Un día, Saturnino hizo un descubrimiento que cambiaría su vida: encontró un manantial escondido en su terreno en la ladera de la montaña. Decidió construir su casa junto a esta fuente de agua. Aunque el agua aún no era potable, Saturnino sabía que este descubrimiento podría cambiar la vida de todo el Sinaí.

Water For People había estado trabajando en comunidades rurales y dispersas como Sinaí para implementar soluciones hídricas innovadoras, ya que en estas zonas extremadamente pequeñas y dispersas, los sistemas de agua potable no son prácticos. Tras el descubrimiento de Saturnino en sus tierras, Water For People y las familias de Sinaí localizaron manantiales similares cerca de sus hogares, los protegieron y crearon tecnología a pequeña escala para canalizar el agua a las casas y filtrarla para que fuera potable.

Hay algo en el agua que lo cambia todo para personas como Saturnino y comunidades de difícil acceso como la suya. Quienes nunca pensaron que tendrían agua potable de repente tienen una nueva perspectiva de la vida, un nuevo optimismo para el futuro.

Encontrar soluciones hídricas para comunidades como la de Saturnino en Honduras es fundamental para que todos tengan acceso al agua confiable y sostenible. El descubrimiento de Saturnino y la colaboración con Water For People ayudaron a mejorar la vida de familias que creían que nunca tendrían acceso al agua, y ahora las generaciones futuras se beneficiarán de ello.

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