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Te presentamos a IMMACULÉE

Guardiana del Agua en Ruanda

Immaculée Mukamutesi, de 47 años, creció en una zona rural remota del oeste de Ruanda y siempre tuvo dificultades para acceder al agua potable. Todas las mañanas, dice, las mujeres y las niñas se levantaban temprano y caminaban largas distancias para buscar agua en un valle que se encontraba cuesta abajo. 

"Tardábamos aproximadamente una hora y media en llegar a la fuente de agua", recuerda Immaculée. "El viaje era agotador y el agua estaba muy sucia". Ella y sus compañeras repetían el trayecto al menos dos veces al día: por la mañana y por la tarde.  

Cuando era niña esperaba que la situación cambiara, pero sus mañanas y sus tardes siempre eran parecidas y estaban marcadas por la misma rutina: la larga caminata para conseguir agua. A medida que fue creciendo, soñaba con formar una familia, pero lejos de su lugar de nacimiento, en un lugar donde tuviera fácil acceso al agua potable. Sus esperanzas, dice, eran que sus hijos nunca tuvieran que pasar por la penuria de la falta de agua. Pero se enamoró y más tarde se casó con un hombre de la localidad y juntos formaron una familia cerca de donde ella nació. La rutina diaria de la larga caminata para conseguir agua continuó. 

“Las enfermedades transmitidas por el agua eran comunes entre niños, hombres y mujeres porque utilizábamos agua sucia”, explica. 

Hace dos años, Immaculée se enteró de que su comunidad pronto tendría agua corriente. Eso fue en 2020, cuando Water For People se asoció con el distrito de Karongi, el Ministerio de Infraestructura de Ruanda (MININFRA) y la Autoridad Nacional de Agua y Saneamiento (WASAC), proveedora de los servicios de agua y saneamiento de Ruanda, para iniciar el Programa WASH de Karongi, una iniciativa que busca brindar servicios de agua potable, higiene y saneamiento a toda la población de Rulindo. 

"Todos estaban muy contentos con la noticia. Era como si estuviéramos entrando rápidamente en una nueva era", recuerda. 

“Al principio éramos escépticos, pero cuando vimos a los trabajadores cavando zanjas para colocar tuberías y construyendo los tanques y los grifos de agua, tuvimos esperanzas”, dice. 

Avanzamos hasta 2022 y el pueblo de Immaculée estaba muy contento cuando el agua comenzó a fluir de los grifos recién terminados. 

"Fue un día de celebración. Todos estaban felices y emocionados", recuerda. "Ese fue el día en que nuestros sueños se hicieron realidad. Ahora esperamos tener una vida mejor y más saludable y miramos hacia un futuro mejor", señala. "Con agua limpia, la vida es mejor". 

Immaculée dice que su rol como ciudadana en su comunidad es trabajar duro para garantizar que las instalaciones de agua estén bien cuidadas y que el servicio de agua pueda seguir sirviendo incluso a las generaciones futuras. 

"Cuidaremos bien estas instalaciones. Es lo mínimo que podemos hacer", afirma. 

IMMACULÉE es una guardiana del agua global: mujeres, hombres y niños comunes que contribuyen con aquella “única cosa” que pueden hacer para poner fin a la crisis mundial del agua. Dona hoy para que este trabajo continúe.

ES