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Conversaciones sin filtro: Aura Cúc, oficial de educación en salud e higiene en Guatemala 

Nestled at 6,600 feet above sea level in Guatemala?s western highlands, Santa Cruz del Quiché serves as the home base for Water For People Guatemala. Since 2008, Aura Cúc has been a Health and Hygiene Education Officer, promoting healthy habits in schools and communities. She is a proud Maya Kaqchikel woman and a trained nurse specializing in primary care and intercultural health.

En una conversación con Aura, profundizamos en la profunda conexión entre WASH y la educación, incluyendo lo que realmente significa generar un cambio desde dentro. Lo que sigue es un poderoso recordatorio del papel que la dignidad y el acceso al agua, el saneamiento y la higiene desempeñan en la educación y el desarrollo humano.  

P: Ha trabajado estrechamente con escuelas y comunidades a lo largo de los años. ¿Qué impacto ha observado al priorizar la educación en higiene en las escuelas? 

Aura: La educación en higiene es fundamental en la vida de las personas. La formación en hábitos de higiene protege la salud de estudiantes y docentes. Fomenta una cultura de autocuidado que se extiende a las familias y comunidades, convirtiendo a los estudiantes en agentes de cambio. Los estudiantes se sienten seguros y más cómodos cuando cuentan con baños limpios y dignos, acceso a agua potable y espacios adecuados para lavarse las manos. Esto contribuye a reducir el ausentismo escolar causado por enfermedades gastrointestinales y los tabúes en torno a la menstruación. Cuando las escuelas promueven la educación en higiene, mejoran el aprendizaje y la calidad educativa, ya que los niños no se enferman ni se preocupan por la falta de instalaciones básicas para satisfacer sus necesidades fisiológicas.  
 
Los cambios que observamos en las escuelas son profundos. En una escuela que visité, los niños solían salir durante las clases o el recreo para usar el baño en sus casas porque no había instalaciones disponibles. Esto significaba que los estudiantes perdían tiempo de aprendizaje y tiempo que podrían haber compartido con sus compañeros. Para quedarse, algunos estudiantes se dirigían a la parte trasera de la escuela para hacer sus necesidades. La situación cambió cuando se implementaron las instalaciones de agua y saneamiento en las instalaciones. El cambio fue enorme: los niños incluso llegaban antes porque estaban emocionados de usar las instalaciones. Un profesor me dijo que «el baño de la escuela es mejor que el que tienen en casa», lo cual dice mucho. Estas mejoras no solo fomentan una mejor salud, sino también un mejor aprendizaje.  

P: ¿Cómo facilitar la adopción de nuevos hábitos de higiene entre las comunidades y los estudiantes? 

Aura: Cambiar hábitos arraigados es uno de nuestros mayores retos. La gente suele creer en mitos, como que el cloro del agua causa cáncer o caída del cabello. Estas ideas se transmiten de generación en generación. Por eso, trabajamos con delicadeza y respeto con las comunidades utilizando herramientas prácticas y ejemplos. En una escuela, solo el 101% de los estudiantes se lavaba las manos con jabón al principio. Tras una educación y participación constantes, esa cifra aumentó a 801%. ¡Eso sí que es un cambio real y medible! 

Involucrar a los niños requiere creatividad. Lo logramos mediante canciones, cuentos y "rincones de higiene" en las aulas. Allí, los niños giran una "rueda de la salud" para elegir su hábito de higiene del día, como el cuidado de las uñas o el lavado de manos. Si lo hacen, obtienen estrellas o caritas felices, y se reconoce al "Estudiante de Salud del Mes". Esto genera entusiasmo y sentido de pertenencia. También fabricamos portacepillos de dientes y kits de higiene con materiales reciclados para que las escuelas puedan sostener estas iniciativas de forma independiente.  

P: Respecto a la sostenibilidad, ¿cómo se asegura que todo este trabajo perdure una vez finalizado el proyecto inicial? 

Aura: La sostenibilidad se construye desde el principio. Nuestro modelo se basa en una inversión triple: la comunidad aporta materiales y mano de obra locales, el municipio se encarga de la mano de obra calificada y Water For People se encarga del resto. También capacitamos a docentes, padres y alumnos en higiene y mantenimiento. Las escuelas reciben manuales, kits de herramientas y capacitación sobre cómo realizar pequeñas reparaciones. También utilizamos biodigestores para el tratamiento de aguas residuales, que requieren poco mantenimiento y son duraderos. Además, colaboramos con el Ministerio de Educación; cuando todos comprenden su función, el sistema prospera. 

Los docentes también desempeñan un papel fundamental en las iniciativas de sostenibilidad. Si adoptan y modelan la higiene, los estudiantes los imitarán. Cuando trabajo con una escuela nueva, los visito con frecuencia. Sin embargo, no puedo hacerlo a diario. Son los docentes quienes están presentes constantemente para los niños en la escuela. Por eso invertimos mucho en capacitarlos y en equiparlos con conocimientos, confianza y herramientas para que puedan dar ejemplo. En muchos casos, la transformación comienza con ellos. 

P: ¿Puede compartir un ejemplo de una escuela que haya mejorado significativamente gracias a los esfuerzos de educación sobre higiene?  
 
Aura:  Uno de nuestros logros más significativos en Guatemala es que los cuatro municipios donde trabajamos han alcanzado la cobertura total de agua y saneamiento. Las cuatro comunidades cuentan con sistemas de agua en centros de salud y escuelas. Estoy orgulloso de nuestro trabajo, especialmente del programa SWASH+ (agua, saneamiento e higiene en las escuelas). Este trabajo combina infraestructura como baños para niñas y niños, uno separado para adolescentes, estaciones de lavado de manos y tratamiento de aguas grises con la educación. Creamos un programa integral de educación en higiene para docentes, estudiantes y familias. Las aulas están completamente equipadas y los estudiantes participan activamente en actividades lúdicas. Cuando los niños se sienten dignos en la escuela, todo cambia, desde la asistencia hasta la confianza. Y cuando los docentes y las comunidades lideran el camino, esos cambios perduran. 


El trabajo de Aura es un testimonio de cómo la inversión en infraestructura de agua, saneamiento e higiene, junto con la educación, puede ser de gran ayuda, creando ondas de dignidad, empoderamiento y un futuro mejor para todos.  

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