Cualquier día, mientras despide a sus hijos para ir a la escuela o prepara la comida para su familia, Maureen puede recibir una llamada de alguna comunidad de su región. En ese momento, lo deja todo, toma sus herramientas e se va hacia allá en su bicicleta.
Maureen es mecánica de bombas manuales y la primera mujer con ese oficio en todo el distrito de Chikwawa, Malawi.
"Cuando empecé a trabajar en este sector, la mayoría de la gente pensaba que no podría hacerlo", comenta Maureen. "Pero siempre he creído en mí misma y he querido asumir un rol más importante en las cuestiones relacionadas con el agua en mi comunidad".
Maureen asistió a una capacitación sobre derechos humanos y género que le permitió consolidar la idea de que las mujeres pueden hacer cosas que la sociedad considera que solo los hombres pueden hacer, como ser mecánica de bombas manuales. Por eso, cuando surgió la oportunidad el año pasado, Maureen asistió a una capacitación para mecánica de bombas manuales facilitada por Water For People y el Concejo Distrital de Chikwawa. De los 10 mecánicos que estaban recibiendo capacitación, ella era la única mujer.
"Pensé que esta era una oportunidad para garantizar que la gente tuviera agua limpia y segura en todo momento", dice Maureen.

A la fecha, Maureen ha reparado 13 pozos en comunidades aledañas. Sabe que su trabajo es vital para garantizar que las comunidades tengan agua corriente continua, por lo que deja todo lo que está haciendo para reparar las bombas manuales lo antes posible. Maureen recuerda cómo era la vida antes de que su propia comunidad recibiera agua: las mujeres caminaban largas distancias para buscarla y la falta de agua e higiene condujo al cólera y a la diarrea. Está orgullosa de estar haciendo su parte para evitar que esas cosas vuelvan a suceder.
A pesar del orgullo que siente por su nuevo rol, a Maureen le ha resultado difícil ser aceptada como mecánica de bombas.
"Es un reto porque la gente está acostumbrada a ver hombres haciendo este trabajo, así que no es fácil que me acepten como mecánica de bombas", explica Maureen. "Al principio, toda la comunidad venía a verme mientras arreglaba los puntos de agua. Me interrogaban, cuestionando mi capacidad para arreglar el pozo".
Maureen ha perseverado, y aunque la gente todavía tiene sus dudas, Maureen está firme en su determinación de involucrar a más mujeres en el tema del agua.
"Es muy importante que las mujeres se encarguen de este trabajo", afirma. "Les da un mayor sentido de pertenencia. Las mujeres están más preocupadas por el agua y más conectadas con ella".
Ser mecánica de bombas es solo el primer paso para Maureen. Ella espera algún día convertirse en técnica de agua o asistente de monitoreo de agua en la oficina distrital de agua y saneamiento. Con su determinación y coraje, todo es posible.
