Didacienne tenía cinco hijos y carecía de hogar propio. Su esposo murió hace casi 25 años en el genocidio de Ruanda, y después de eso, tuvo pocas opciones para mantener a su familia; vivían con varios familiares para sobrevivir. Y sin agua en su aldea, la vida era difícil.
Para Didacienne y sus hijos, vivir en la Ruanda rural significaba caminar dos horas diarias para buscar agua: descendían por empinadas laderas hasta un manantial desprotegido en lo profundo del valle, solo para tener que cargar un bidón de 9 kilos de agua de vuelta por esas mismas laderas. Didacienne no solo perdía tiempo buscando agua, sino que enfermaba a menudo. Como muchos en su aldea, Didacienne sufría enfermedades transmitidas por el agua. Uno de sus hijos murió prematuramente. La vida era un desafío.

Cuando ir a buscar agua requiere horas al día y el agua contaminada causa enfermedades constantes, la prosperidad se desploma. En toda África, las mujeres pasan hasta seis horas diarias recogiendo agua. Luego, sufren los costos directos de las consultas médicas y los medicamentos cuando enferman por beber esta agua contaminada, además de innumerables costos indirectos debido al tiempo perdido.
Este fue el caso de Didacienne. El tiempo y la salud perdidos redujeron su capacidad de proveer para su familia.
Pero entonces su pueblo consiguió agua y ella recuperó su tiempo y su salud.

"Ya no me enfermo", afirma Didacienne. "¡Ahorro dos horas cada día!"
Lo mejor para Didacienne fue que consiguió un trabajo como la vendedora de agua local. Pasa varias horas al día en el punto de agua de la comunidad vendiendo agua a los habitantes de la aldea. Las ganancias que ha obtenido le han cambiado la vida.
"Todo lo que hacemos en esta vida gira en torno al agua", dice Didacienne. "Cuando recibimos el agua, sentimos mucho gozo".
Didacienne ahora puede comprar mejor comida y ropa para su familia e invertir en la educación de sus hijos. Y lo más importante para ella, construyó una casa para su familia. Está tan orgullosa y emocionada con su nuevo hogar que baila en la puerta.

"Mi sueño es ampliar mi casa para que todos mis hijos puedan vivir aquí", dice. "Quizás incluso pueda comprar un terreno para sembrar y poder cultivar. ¡Quizás hasta pueda tener un animal!"
Cuando Water For People se asoció con el distrito de Rulindo, donde vive Didacienne, para brindar a su comunidad mejores servicios de agua, le brindó la oportunidad de una vida mejor, no solo porque ahorró tiempo y mejoró su salud, sino porque le proporcionó un empleo. Los sistemas y servicios de agua en todo el mundo generan empleos para personas como Didacienne, multiplicando la prosperidad que el agua aporta a sus vidas.
DA AGUA Y DALE A LAS FAMILIAS EL REGALO DE LA PROSPERIDAD.
